Mejorar la práctica docente

Según plantea Yolanda Argudín Vázquez en su artículo Educación basada en competencias, las competencias en una materia pueden entenderse como una convergencia entre los conocimientos sobre dicha materia, las habilidades relacionadas con ella y los valores de la persona. Hay que tener en cuenta la convergencia como un efecto mayor que la simple suma.

Entonces la evaluación de competencias dependerá mucho de la materia que se trate pues, generalmente, se plantea a tal efecto la resolución de problemas o situaciones mediante una orientación de valores, una adecuación entre conocimientos y habilidades, labores de comunicación y coordinación de un equipo, etc. En definitiva: es difícil definir, en un marco general, pautas para la evaluación de competencias.

Así que voy a tratar el tema de la participación de los alumnos.

Creo que para tal fin es beneficioso el que cada alumno cuente al resto de clase un tema relacionado con la asignatura (previamente preparado) e incluir estas actividades en la evaluación. Es decir, que los alumnos impartan un porcentaje de la materia, pasándoles el testigo de la instrucción. Según niveles, esta actividad podría plantearse con mayor o menor apoyo del docente, de modo que en niveles altos podría suponer incluso un referente para la evaluación de competencias...

Otra opción es llevar la clase a los exteriores. Una de las circunstancias que más desmotivan a los alumnos es pasar largas horas sentados en un mismo aula. Sería provechoso impartir, aunque fuera, alguna lección en el exterior con apoyo de experiencias prácticas. Así, existen buenas razones para pensar que esta ruptura del contexto fomenta la participación de los alumnos; no sólo en el exterior, sino también en el aula.