En nuestro país, la forma más habitual de participación se da mediante las Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (AMPAs), que a través de reuniones y de su lugar en los Consejos Escolares toman parte en el día a día de la educación formal de sus hijos. Con razón, hay quien clama que no es suficiente. Por tanto, es pertinente innovar e imaginar nuevas formas de participación, y reforzar y hacer efectivas las que ya existen.
Mi idea: cabe la posibilidad de realizar actividades conjuntamente entre padres, madres, alumnos y profesores para mejorar el clima social del centro. Es decir, participar todos los miembros de la comunidad educativa del centro en alguna suerte de proyecto o quehacer fuera de las aulas con la idea de generar cohesión y sentimiento de verdadera "comunidad". No es algo descabellado: iniciativas con una motivación parecida se han llevado a cabo en algunos países, y han tenido resultados muy positivos.
Me ha gustado mucho tu blog, no sabía de la existencia de este libro. Ojalá lo hubiera conocido cuando estaba en la E.S.O.!!!
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